Me emociona mucho continuar con este reto y aún cuando voy escogiendo las autoras al azar, creó que no| pudo ser más acertada mi elección. La autora de este episodio se trata de Amparo Dávila.
Amparo Dávila nació en Pinos, un pueblo minero de Zacatecas, México, en 1928, fue una escritora mexicana ganadora del Premio Xavier Villaurrutia en 1977. Su primer trabajo publicado fue “Salmos bajo la luna” en 1950, seguido por “Meditaciones a la orilla del sueño” y “Perfil de soledades”, ambas en 1954.
Perteneciente a lo que algunos han
llamado Generación de medio siglo, Dávila es una de las pocas cuentistas
mexicanas cuya literatura parece rebasar la realidad sin entregarse a la
fantasía, incluso ella al hacer mención de su estilo de narración indica que No cree en la literatura hecha a base de inteligencia pura
o la sola imaginación, si no que cree en la literatura vivencial, ya que esto,
la vivencia, es lo que comunica a la obra la clara sensación de lo conocido, de
lo ya vivido, lo que hace que la obra perdure en la memoria y en el
sentimiento.
Así pues es conocida por su uso de
temas de locura, peligro y muerte, generalmente relacionados con una mujer como
protagonista. Muchos de ellos parecen tener desórdenes mentales con tendencia a
la violencia física. Donde la mujer no es capaz de escapar de la locura como
una forma de sobrellevar las decisiones tomadas. Ella también juega con la idea
del tiempo como un símbolo de lo que no se puede cambiar.
La obra de esta autora que he elegido leer se titula
muerte en el bosque y es una recopilación de varios relatos entre los cuales personalmente
resaltan muerte en el bosque, el huésped y tiempo destrozado.
En el relato el huésped la
autora nos narra la historia de dos mujeres que sufren el acoso de un ser que
solo sale de noche y justo cuando ellas están solas, cansadas por siempre tener
que estar en vela de que dicho intruso no las dañe a ellas o a sus hijos se ven
obligadas a tomar medidas drásticas, ya que se le anuncia al señor de la casa
la incomodidad que este le ocasiona a la señora de la casa y a su
sirvienta, pero este se limita a ignorar
a su esposa, por lo cual aprovechando que este no está en casa, ambas mujeres
se aseguran de que nunca más este intruso las vuelva a amenazar.
Considero que iniciar el
libro con este relato fue totalmente acertado porque te captura y te sumerge
completo en la desventura que estas mujeres están viviendo, mentiría si no digo
que se puede llegar a sentir el miedo que la autora buscaba proyectar al
caracterizar a las dos mujeres.
En
muerte
en el bosque vemos un
claro ejemplo de lo que antes mencionaba
sobre que la autora juega con la idea del tiempo como un símbolo de lo que no se puede
cambiar.
En esta ocasión el protagonista es
masculino, es un hombre que va cansado de su vida, de su hogar, de su familia y
que no sabe en qué momento las cosas empezaron a decaer, recuerda los viejos
tiempos con cariño, pero ya está cansado y el tiempo no se detiene, fuma
demasiado para detener el cansancio y en un intento de buscar renovar su vida
comienza buscar un nuevo lugar donde vivir, pero se da cuenta que es cuestión
de tiempo para que todo vuelva a lo mismo, durante la narración de este relato
hay momentos en los que no sabemos si todo está pasando en su mente o es una
insinuación de lo que está sucediendo, su muerte.
El último relato del que les hablare es tiempo destrozado, de todos los relatos este ha sido uno de los que mayor impacto me ha causado, ya que nuestra protagonista es una niña y considero la autora supo bien reflejar de manera indirecta lo que iba sucediendo mientras ella moría, realmente me causo inquietud pues si la intensión de la autora era que conectaras con esa desesperación, pues lo logro.